Los síntomas de esta enfermedad son muy sencillos de reconocer y además siguen un patrón relativamente fijo, aunque hay que tener en cuenta que hay también muchos casos de infección asintomática o tan leve que pasa desapercibida (hasta la mitad).
Después del contacto con el virus hay un periodo de incubación de 3-6 días tras el cual suele aparecer fiebre, que normalmente es baja y se controla bien.
La fiebre suele durar 3-4 días y puede asociarse a malestar general y, más raramente, dolor abdominal, diarrea, náuseas o síntomas catarrales.
A continuación aparecen una serie de lesiones por el cuerpo con forma de pápula o vesícula (lesiones sobreelevadas o ampollas pequeñas con un halo rojizo), que se localizan típicamente en las manos, los pies, la zona de alrededor de la boca (zona del chupete), dentro de la boca (mejillas, lengua, paladar e interior de las mejillas) y en la zona del pañal (nalgas y genitales).
Estas lesiones pueden confundirse con dermatitis producida por el chupete o por el pañal, sobre todo al inicio, pero su forma, los síntomas asociados y la afectación de las manos, los pies y el interior de la boca nos hacen sospechar más de un síndrome mano-boca-pie. Las lesiones de la piel no suelen producir picor, pueden romperse y después curan solas en unos 10 días.
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Las lesiones de la boca, por su parte, suelen curar solas en unos 7 días y normalmente no dan problemas, pero en ocasiones pueden ser más grandes o unirse entre ellas y producir dolor al comer o al contacto con la saliva. Ésto suele identificarse por un mayor babeo (por evitar tragar la saliva y por mayor producción) o por dolor con la alimentación.
Las complicaciones graves son extremadamente raras, pero en alguna ocasión se pueden producir formas de la enfermedad con lesiones de la piel muy extensas o llamativas o complicaciones como neumonías, meningitis o encefalitis.
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Por último, un síntoma que a menudo se olvida o no se relaciona con la enfermedad porque se produce tiempo después es la afectación de las uñas (normalmente de las manos, pero también a veces de los pies) entre 4 y 8 semanas después de la infección. Suelen producirse surcos amarillos en las uñas o descamación, aunque a veces puede extenderse y acabar en la caída de la uña desde la raíz (onicomadesis). No es necesario realizar ningún tratamiento dado que no se suelen producir complicaciones y la uña vuelve a crecer espontáneamente.
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