Las epidemias anuales se producen típicamente en los meses fríos, por lo que el pico de casos suele darse en invierno (en el hemisferio norte es típico entre noviembre y abril, con pico en diciembre-febrero). Durante estas épocas, la bronquiolitis suele ser una de las principales causas de consulta en urgencias y de las principales causas de ingreso en pediatría, sobre todo en los niños menores de un año.
FACTORES DE RIESGO
Existen una serie de factores de riesgo que favorecen la aparición de bronquiolitis:
Edad menor de 6 meses, dado que los bronquios son aún muy estrechos e inmaduros y la inmunidad todavía está en desarrollo.
Niños prematuros (que nacieron por debajo de las 35 semanas de gestación) o con bajo peso al nacer (< 2500g).
Enfermedades de base como displasia broncopulmonar, cardiopatías congénitas graves, fibrosis quística, inmunodeficiencias, enfermedades neuromusculares, etc.
Cabe destacar que el tabaquismo en el entorno, la ausencia de lactancia materna o los ambientes hacinados también son factores favorecedores.
A pesar de ello, la mayoría de casos se producen en niños sanos que tienen como único factor de riesgo su edad en la época de epidemia, por lo que es importante conocer la forma de contagio, la evolución y las medidas a tomar.